Aludiendo al tema de la moral, Marina Núñez se enfoca en el dibujo de los modelos, vertiendo su atención hacia el modelo femenino, analizando las muchas facetas atribuidas a la mujer como lo son la sexual, la fatal y la inmoral por citar algunos ejemplos.
Otra forma de sujeción, que impone una lógica circular sin escapatoria, es la falacia retrospectiva. Una vez estereotipados determinados personajes –la mujer débil, o la mujer/madre o la mujer/demonio-, se proyectan estas construcciones sobre elementos previos a su consolidación. A partir de la fijación del cliché, todas las imágenes y textos del pasado no harán sino corroborar que al mujer es, desde y para siempre débil, madre o pecado. Esta circularidad sostiene la ilusión realista, la sensación de naturalidad. Pero a veces el dibujo se ve arrastrado a tierra por la carnalidad del sexo. Y el dibujante no consigue sujetar por completo a la modelo impúdica de sexualidad desbordada. El conflicto es sobre todo entre un dibujo que aspira a ideales etéreos, superiores, sagrados, y un sexo que nunca en la historia occidental ha dejado de estar asociado al pecado, a lo profano. El dibujo quiere distanciar, limpiar, pero el sexo es cercano, sucio. El supuesto purificador del arte es insuficiente.
El dibujo comparte con las restantes disciplinas la capacidad artística de creación de imágenes que expliquen y generen una forma de entender la ordenación de lo real, un marco de percepción. Recordemos que un sistema o una relación se producen cuando sus componentes no pueden asumir todos sus estados posibles, sino que se indeterminan. Entre el abanico de las características que posee inherentes al dibujo está el poder del contexto para crear objetos y espacios artísticos en un expresión amplia del uso tanto de la relacionalidad externa, en disposiciones espaciales o culturalmente cargadas, museos, iglesias…, como el poder de la relación interno, de interioriorización del marco compositivo, en aquellas otras disciplinas reducidas a la bidimensionalidad.
Como complemento de lo anterior dicho se aborda el problema de la representación de la realidad; que también puede usarse con el sentido de evocación; evocación a través de un sustitutivo que sirve y ocupa el lugar de otra realidad, a causa de su parecido, semejanza figurativa, funcionalidad, factores mágicos, religiosos o simplemente por un acuerdo cultural, tácito y convencional.
